Es cierto que cuando se construye un campo de golf de manera indiscriminada, este puede tener un impacto negativo en su entorno. También es cierto que, como en otros deportes, el golf está en permanente evolución aplicando cada día nuevos sistemas que permiten una mayor armonía con el medio ambiente.
El factor determinante es conocer la capacidad que una zona tiene para acoger un campo de golf. Es conveniente asegurar que las necesidades de gestión estén de acuerdo con la escasez de recursos hídricos que actualmente tenemos.
En este sentido, es muy importante evaluar todos los aspectos ambientales y su impacto en el entorno, así como contar con los medios necesarios y diseñar un sistema de riego de apoyo óptimo utilizando como en el caso de nuestro club agua reciclada.
En el Club de Golf La Dehesa hemos intentado con éxito mantener la biodiversidad original de la zona, reforzando al mismo tiempo nuestro ecosistema de encinar y dehesa.
Hemos evitado la simplificación de un ecosistema compuesto sobre todo por hierba y árboles. Un tipo de paisaje evidentemente verde y atractivo pero que empobrece el entorno natural de una zona como en la que se ubica nuestro club.
En los últimos años, hemos centrado nuestros esfuerzos en desarrollar un entorno medio ambiental sin modificar las condiciones naturales. Recordar que además del color verde, imprescindible para el juego, existen tonos y colores que son parte de nuestro paisaje y una buena alternativa.
El resultado ha sido un premio que nunca hubiéramos podido imaginar, unos huéspedes que se han instalado definitivamente en nuestro campo, el Lagarto Ocelado, la Perdiz Roja, el Alcaudón Real y otros muchos que os presentamos en este Inventario General de la Fauna del Club de Golf la Dehesa, huéspedes residentes que deseamos se queden con nosotros para siempre.
A lo largo del recorrido del campo encontramos zonas consideradas como barrancos por su orografía. En ellos encuentran refugio algunas especies tan características de la fauna ibérica como el conejo o la perdiz roja .
Los barrancos también sirven de cobijo a otras especies de mamíferos como la comadreja, erizo común, turón o ratón de campo, así como a numerosas aves tales como el jilguero, mirlo común y urraca. Reptiles como la lagartija y la culebra de escalera también pueden verse en estas zonas abruptas.
Un humedal es una zona de tierras planas en la que la superficie se encuentra anegada permanente o intermitentemente. Al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los puramente acuáticos y los terrestres.
Las peculiaridades del entorno hacen que la fauna presente sea por lo general endémica y netamente diferenciada de las zonas adyacentes; grandes familias de aves y reptiles están únicamente adaptadas a entornos de este tipo.
En el campo de golf, tanto en la primera como en la segunda parte del recorrido, encontramos diversos lagos de tamaño considerable y que albergan una gran cantidad de vida animal. La biodiversidad en estas láminas de agua es significativa, y así encontramos especies de fauna tales como la focha común, gallineta o polla de agua, zampullín común, cormorán, garza real, martinete común, tarro canelo, galápago común o carpa.
Además de las especies descritas, los lagos del campo son habitados por otras aves como el ánade azulón y el martín pescador. Encuentran igualmente refugio reptiles tales como la culebra de agua, y anfibios como la rana, el sapo o el gallipato.
El pino es un árbol de tronco recto y corteza escamosa, de color grisáceo que llega a alcanzar una altura de 20 a 30 m . Las ramas bajeras son erguidas en sus extremos y abiertas; la copa en principio es cónica y luego se va redondeando a medida que va envejeciendo. Florece de mayo a junio y la piña madura en el otoño del año siguiente, si bien puede permanecer en el árbol uno o dos años. Especies de fauna que podemos encontrar en los pinares son la ardilla común y el pito real.
En los pinares del Club de Golf La Dehesa también encontraremos otras especies de aves tales como el herrerillo común, carbonero común, verdecillo, verderón y gorrión.
El olivo es un antiquísimo acompañante del hombre mediterráneo. Es un árbol oleáceo con tronco torcido, copa ancha y ramosa. Originario según parece del Oriente Próximo logró una rápida expansión durante el periodo clásico.
El olivar se ha situado preferentemente sobre suelos antes ocupados por monte mediterráneo de encinas. De hecho el cultivo tradicional del olivar se asemejaba en gran medida a la dehesa y tenía muchas de las que podrían denominarse virtudes ecológicas de ese sistema. Así, por ejemplo, los antiguos olivares adehesados podían acoger una fauna tan variada y valiosa como la del propio bosque. Estos árboles son de fructificación otoñal y sus ricos y energéticos frutos sirven a la fauna para acumular reservas con las que superar el invierno. Las especies de fauna que podemos encontrar en los olivares del Club de Golf La Dehesa son el lagarto ocelado, la abubilla, el zorzal común o el alcaudón real.